LDAP es un protocolo ampliamente utilizado para gestionar usuarios, dispositivos y servicios dentro de un entorno corporativo. Es una parte importante de la gestión de identidades y accesos, pero también puede ser una vía para que los atacantes lleven a cabo reconocimientos, escalen privilegios y exfiltren datos.
La consulta LDAP (Lightweight Directory Access Protocol) es un comando que solicita información a un servicio de directorio. Permite a las aplicaciones acceder rápidamente a los datos de servicios como Active Directory y mantenerlos, y las organizaciones suelen utilizarlo para gestionar cuentas de usuario, dispositivos y control de acceso. También es una técnica utilizada por los atacantes para recuperar credenciales de usuario y otros datos sensibles.
Un ataque LDAP se produce cuando un atacante inyecta código malicioso en una consulta LDAP. Al igual que las inyecciones SQL, aprovecha la ausencia de una validación de entrada adecuada y permite al atacante manipular la consulta añadiendo caracteres especiales para alterar su lógica. Como resultado, el atacante puede:
La información recopilada durante las consultas LDAP a menudo ayuda a los atacantes a planificar y lanzar tácticas más sofisticadas. En casos extremos, un atacante pretende hacerse con el control total de los servicios de directorio, lo que se traduce en un acceso generalizado a los recursos y sistemas de la red.
Los atacantes atacan los directorios LDAP porque a menudo contienen información confidencial sobre cuentas de usuario y estructura de red. Las consultas LDAP se utilizan en las primeras fases de un ataque como una forma de recopilar detalles sobre usuarios, grupos, ordenadores y otros objetos dentro de un servicio de directorio.
El paso más importante que pueden dar los equipos de seguridad para detener las consultas de búsqueda LDAP maliciosas es la detección y respuesta a las amenazas. Sin embargo, varias medidas de prevención pueden ayudar a mitigar la amenaza de las amenazas basadas en LDAP. Entre ellas se incluyen:
Una vez que un atacante obtiene acceso a la red, se dispone de minutos para detectar y responder a las amenazas antes de que den lugar a una brecha en toda regla. La clave está en analizar el tráfico LDAP en tiempo real, lo que permite a los analistas de seguridad identificar y abordar rápidamente las amenazas de Active Directory.
Una forma de hacerlo es supervisando y registrando el tráfico LDAP. Recopile y analice regularmente los registros LDAP en busca de patrones inusuales. Algunas organizaciones confían en que los SIEM marquen las consultas sospechosas basándose en reglas predefinidas.
Sin embargo, un método más eficaz es aprovechar los análisis de comportamiento basados en IA para detectar consultas LDAP sospechosas. La plataforma Vectra AI hace esto mediante la construcción de una línea de base de la actividad LDAP normal, que luego se puede utilizar para marcar las desviaciones que indican actividad maliciosa potencial.