Durante la última semana, hemos visto a Rusia utilizar una combinación de tácticas bélicas nunca vista. Desde el uso de las redes de telefonía móvil para la distribución de información destinada a incitar el pánico entre la población en general hasta la manipulación de las redes y los ordenadores de las empresas para perturbar los departamentos críticos del gobierno y la industria privada. Vladimir Putin ha demostrado que no hay límites que no esté dispuesto a cruzar cuando se trata de promover su interesada visión del mundo.